Ansiedad en la tercera edad: La ansiedad es un fenómeno natural en la vida de un ser humano. ¿Quién no se ha sentido ansioso en alguna ocasión en algún momento de su vida? La ansiedad, caracterizada por intranquilidad, insomnio y tensión muscular, es un fenómeno casi universal en el ser humano.
Pero cuando esos síntomas de ansiedad son de forma continuada se presentan incluso después de que la causa de la ansiedad se ha solucionado, y llegan a alterar las rutinas diarias y la calidad de vida de la persona afectada, se dice que se ha producido el llamado desorden de ansiedad.
Durante mucho tiempo se ha ignorado la frecuencia de ansiedad en la tercera edad
Debido a que muchos de los síntomas de los desórdenes de ansiedad se confunden con síntomas de diversas enfermedades, durante mucho tiempo se ha ignorado la frecuencia de ansiedad en la tercera edad.
Sin embargo diversos estudios recientes, han demostrado que los desórdenes de ansiedad son muy comunes en gente mayor, por lo que se les ha venido a llamar “El gigante geriátrico silencioso”. Con una prevalencia que alcanza el 10 a 20% de la población adulta mayor, son dos veces más frecuentes que la demencia (8%) y cuatro a ocho veces más frecuentes que la depresión (1-3%) en personas mayores de 65 años.
Hay cinco tipos de desórdenes de ansiedad: el desorden generalizado de ansiedad, las fobias, el trastorno obsesivo compulsivo, el síndrome del estrés post traumático y los ataques de pánico; siendo el desorden generalizado de ansiedad y las fobias, los tipos más frecuentes de trastorno de ansiedad en la tercera edad.
En la tercera edad es de suma importancia revisar la salud mental, desórdenes de ansiedad, depresión y demencia, pueden no ser diagnosticados a tiempo
Los síntomas más frecuentes de ansiedad son la sensación de intranquilidad y de que algo inminente va a suceder, de sentirse amenazado y vulnerable y que va a ser imposible controlar la situación que se vaya a presentar. Debido a que algunos de estos síntomas – falta de aire, dolor de pecho, dolor de cabeza o adormecimiento de manos y pies – se superponen con síntomas de otras enfermedades que la persona mayor pueda estar sufriendo, es muchas veces difícil de reconocer.
Las condiciones que más predisponen de sufrir ansiedad en la tercera edad son:
- Ser mujer
- Tener fragilidad física y emocional
- Sufrir de algún tipo de enfermedad crónica
- Haber perdido soporte social
- Haber sufrido algún trauma reciente
- Usar múltiples medicinas
- Vivir solas
- Tener menor educación formal
- Pensar que se tiene mala salud
- Tener limitaciones físicas que dificultan las actividades diarias
- Haber sufrido eventos adversos en la infancia
- Haber sufrido acontecimientos vitales estresantes
El desorden generalizado de ansiedad se caracteriza porque, durante por lo menos seis meses, la persona sufre de constantes preocupaciones en sus relaciones personales, sus finanzas o su salud, tiene gran dificultad para controlar esa preocupación y los síntomas de ansiedad empiezan a interferir en su día a día.
En la tercera edad es de suma importancia revisar la salud mental, desórdenes de ansiedad, depresión y demencia, pueden no ser diagnosticados a tiempo.
Residencia de Mayores en Tenerife – Tegueste, a 04 de marzo del 2019
Fuente: centro del adulto mayor
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Ansiedad en la tercera edad
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