A medida que envejecemos aparecen distintos trastornos del sueño. Nuestro descanso no es igual que cuando éramos más jóvenes. El sueño se vuelve menos profundo y con interrupciones durante la noche.
A medida que envejecemos pueden aparecer distintos trastornos del sueño que impiden que descansemos de forma adecuada
Según los expertos, los adultos mayores necesitamos alrededor de 7-8 horas de sueño sin interrupciones durante la noche. Si es así, el descanso será el ideal para afrontar un nuevo día con energías. Pero a medida que cumplimos años el sueño de vuelve ligero y se ve interrumpido varias veces durante la noche.
El no gozar de un buen descanso desemboca en cansancio continuo, falta de energía, apatía. Todos necesitamos el mismo tiempo de descanso, la idea de que los adultos mayores necesitan menos horas de sueño es errónea. Lo único que cambia con la edad es la distribución de horas de descanso durante las 24 horas del día.
Los principales factores que pueden afectar a la calidad del sueño en nuestros seres queridos mayores son el sufrir alguna enfermedad neurológica, como Parkinson o Alzheimer, problemas renales, depresión, efectos secundarios de medicamentos, sedentarismo, incontinencia, consumo de bebidas con cafeína, etc.
Siguiendo unos sencillos consejos se puede mejorar la calidad del descanso
Existen distintos tipos de trastorno del sueño que puede afectar a los adultos mayores. Los más frecuentes son el insomnio, hipersomnia, apnea del sueño, síndrome de pies inquietos o sonambulismo.
Siguiendo una serie de pautas de higiene del sueño podemos hacer que mejore la calidad del descanso de nuestro ser querido:
- Evitar bebidas con cafeína, azucaradas o alcohólicas. Durante la tarde restringir el consumo de líquidos en general
- Disciplina en los horarios del descanso, incluso en vacaciones
- La zona de descanso debe tener un ambiente adecuado, estar bien ventilada, sin ruido, luz tenue y ser utilizada únicamente para el descanso
- No dormir más de media hora de siesta
- La actividad física que se realice debe ser por lo menos tres horas antes de ir a dormir
- Evitar las cenas copiosas y en exceso. Nuestro mayor debe comer de forma adecuada, nunca irse a dormir con hambre
- Si tienen dificultad para dormir debemos ayudarles a que se relajen. Se puede leer un libro, darles un vaso de leche tibia, etc.
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Imagen de portada: Nigel Tadyanehondo