La alimentación sana y equilibrada en las personas mayores es fundamental para su buena salud física y psíquica. Pero se debe tratar de manera muy especial la alimentación en pacientes de Alzheimer, puesto que en determinados estados de la enfermedad pueden aparecer problemas para nutrirse correctamente.
La alimentación en pacientes de Alzheimer requiere una mayor atención, puesto que en algunos estados de la enfermedad pueden aparecer problemas de nutrición
Las personas mayores para cuidar de su salud física y psíquica deben cuidar su alimentación. Según numerosos estudios la dieta mediterránea es la ideal para conseguirlo. Esta alimentación se debería repartir en cinco comidas al día, siendo la más importante el desayuno. Se deben consumir alimentos saludables y variados: pescado, carne magra, frutas, verduras, legumbres, cereales, aceites vegetales, lácteos desnatados, etc.
Hay que tener especial atención en las personas mayores que padecen la enfermedad de Alzheimer. La alimentación sana y equilibrada es fundamental en cualquier etapa de la enfermedad. Según numerosos estudios, el hábito de la dieta mediterránea puede retrasar la evolución de la enfermedad.
Dependiendo de las diferentes etapas de la enfermedad, la persona mayor puede sufrir diversos problemas para poder nutrirse correctamente. Se pueden presentar dificultades para salivar, masticar, atragantamiento, alteraciones del olfato y del gusto, estreñimiento o falta de apetito.
Estas alteraciones impiden que nuestro ser querido se alimente correctamente. Por todo ello debemos estar atentos a posibles alteraciones en el su peso y observar si el deterioro cognitivo va en aumento.
Para que nuestro mayor esté alimentado de forma correcta existen una serie de consejos que pueden ser de gran ayuda:
- Socializar en las comidas: La persona mayor que padece de Alzheimer no se le debe aislar. Debemos, en la medida de lo posible, que el paciente coma en “familia”. Esto le motivará para sentarse a comer.
- Horarios: Respetar los horarios de comida. Intentar hacer por lo menos cuatro comidas al día, repartidas en desayuno, comida, merienda y cena.
- Dentro de la dieta recomendada, debemos respetar sus gustos culinarios. Intentar que la preparación de alimentos sea variada. Esto le hará llegar a la hora de comer con más apetito.
- Si está en un estado avanzado y hay riesgo de atragantamiento, se debe preparar los alimentos en forma de purés o cremas.
- Mantenerlos bien hidratados. La cantidad recomendada es de 1,5 litros al día. Si existe riesgo de atragantarse se puede suministrar en forma de gelatinas.
- Importantísimo controlar el peso de nuestro ser querido. Esto nos indicará si hay o no un desajuste nutricional.
- Controlar el estreñimiento. En la medida de lo posible intentar que la persona mayor mantenga su movilidad e ingiera alimentos ricos en fibra. Si el estreñimiento persiste consultar con su médico, este considerará si debe hacer uso de laxantes o enemas.
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“Jardines de San Marcos” Residencia de Mayores en Tenerife – Tegueste
Alimentación en pacientes de Alzheimer– Tercera edad
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