El cuidado de ancianos es la satisfacción de las necesidades y requisitos especiales que son exclusivos de la tercera edad. Este amplio término abarca servicios tales como la vida asistida, cuidado de adultos, cuidados de larga duración, residencias de ancianos, cuidado en hospicios y atención en el hogar.

El cuidado de ancianos hace hincapié en las personas mayores que desean envejecer con dignidad

. Debido a la amplia variedad de cuidado de los ancianos que existe en todo el mundo, así como a la diferenciación de las perspectivas culturales sobre los ciudadanos de edad avanzada, no puede limitarse a una sola práctica. Por ejemplo, muchos países de Asia usan el cuidado de ancianos establecidos por el gobierno con muy poca frecuencia y prefieren los métodos tradicionales de ser atendidos por las generaciones más jóvenes de la familia.

El cuidado de ancianos hace hincapié en las necesidades sociales y personales de las personas mayores que necesitan un poco de ayuda con las actividades diarias y el cuidado de la salud, pero que desean envejecer con dignidad.

Cuidado de ancianos en el  modelo mediterráneo (Grecia, Italia, Portugal y España)

Un modelo social con menores gastos en asistencia y con un fuerte desembolso en pensiones. Caracterizado por una pirámide poblacional muy envejecida y por unos fuertes vínculos y redes familiares. Estas fomentan la atención y los cuidados informales y que la responsabilidad la asuma la familia.

Esto es posible, gracias a la cultura y a los fuertes lazos y redes familiares. Aunque si bien es cierto, que poco a poco se está evolucionando hacía una cobertura más formal. Al igual que a la valoración del grado de la dependencia tal y como se hace en el modelo continental.

Se caracteriza por proteger el empleo más que al trabajador y por una presencia importante de los sindicatos.

El modelo Continental (Alemania, Francia, Bélgica, Luxemburgo y Austria)

También dejan al margen las tradiciones de que sea la familia la que asuma la responsabilidad y la tradición del modelo asistencialista.

El modelo Continental sostiene la protección a la dependencia como un derecho subjetivo.

Cuando el derecho a la protección es concedido, la dependencia se evalúa en grados o niveles (como ahora en España), aunque en este sentido fueron pioneros. Concedían cuantías económicas en función de la intensidad de la dolencia.

La particularidad en la ejecución del modelo es que, básicamente, es responsabilidad de la familia a la que se le ha concedido el derecho, el decidir si prefiere servicios o ayuda económica.

Este modelo se sustenta gracias a las cotizaciones de los contribuyentes que se encuentran empleados. Aunque en algunos países también con las aportaciones de empresarios, los propios pensionistas o algunos impuestos para cubrir las pensiones no contributivas.

Los servicios de asistencia domiciliaria, al igual que el modelo nórdico, tienen una gestión municipal y descentralizada. Mientras que las ayudas económicas son centralizadas. No obstante, ‘as ayudas económicas tienen un principio de contención del gasto, por ello se financia una parte de los servicios con la intención de que el usuario co-financie.

Por último, existen excedencias en las empresas o ayudas en las cotizaciones de los cuidadores informales (cuidador familiar), servicios de respiro y de apoyo.

El modelo Anglosajón (Gran Bretaña e Irlanda)

Modelo muy bien valorado pese a contar con unas medidas preventivas muy inferiores, es decir, actúa solamente si es necesario sobre el problema. Pero no lo previene. Sin embargo el modelo Anglosajón está considerado como el más eficiente (sobre la pobreza) por detrás del Nórdico, capaz de reducirla en gran medida, aunque esto no es así para el cuidado de ancianos. No obstante, hay cierto carácter meritorio basado en la cotización y contribución del usuario para destinar prestación para asistencia.

La estrategia que sigue es la de incentivar con subsidios a las familias con hijos o a las personas en edad de trabajar. Y en menor medida a los pensionistas. Al igual que el modelo continental, hay más posibilidades de obtener el servicio si se ha trabajado anteriormente, los derechos suscritos a la empleabilidad de cada usuario.

Este modelo es considerado como el más sostenible a largo plazo (para reducir la pobreza), ya que incentiva el trabajo y hasta el momento está produciendo mejores resultados en materia de empleo.

El modelo Nórdico (Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Islandia y Países Bajos)

La política de los países nórdicos para actuar sobre la vejez, personas mayores y personas con dependencia, es la de mantenerlas en su domicilio. Estos países sostienen que, aunque la ayuda que deban tener sea muy intensa, la calidad de vida y el deseo de las personas mayores es la de seguir realizando su vida en el propio domicilio.

El principal pilar del modelo nórdico es la universalidad, no obstante, según en qué países se ha seguido diferentes líneas de actuación. Como por ejemplo: «dar mucho a pocos» o «dar poco a muchos». Este es uno de los grandes debates dentro del modelo nórdico y que difieren algunos de estos países.

Históricamente, la asistencia comenzó a ofrecerse en los años 50 por organizaciones no gubernamentales. Pero actualmente, es ofrecida principalmente por el estado.

En resumen, los valores del modelo nórdico entienden que el estado debe cubrir las necesidades básicas de la ciudadanía. El principio de ciudadanía como pilar. La asistencia sanitaria y social universal y gratuita.

La protección a la dependencia tiene un rol activo dentro de la misión de los poderes públicos. Al no haber una cultura de asistencia informal por parte de los familiares tan arraigada, este modelo es contributivo.

La competencia de ejecutar el modelo es municipal y, lamentablemente para el modelo nórdico, ha mantenido una evolución hacia la privatización.

Fuente: wikipedia

“Jardines de San Marcos” Residencia de Mayores  en Tenerife – Tegueste.

Cuidado de ancianos.