A medida que envejecemos, esto se hace visible en muchos aspectos de nuestro cuerpo. Se puede decir que los cambios en nuestra piel es el más evidente. Las enfermedades de la piel en adultos mayores son muy comunes, por lo que se debe tener especial atención en su cuidado.

Las enfermedades de la piel en adultos mayores son muy frecuentes, casi el 60% de ancianos sufren algún tipo de patología cutánea

El paso de tiempo nos cambia a todos por dentro y por fuera. Es un hecho que el envejecimiento afecta directamente a nuestra salud, produciendo muchos cambios. Uno de ellos son las enfermedades de la piel. Además del envejecimiento, hay más factores que influyen en nuestra salud cutánea. La contaminación, la exposición al sol, hábitos tan malos como fumar, una mala alimentación, etc. afectan y dañan nuestra piel.

Es fundamental estar atentos a posibles cambios en la piel de nuestros seres queridos mayores. Si se observa algún cambio no se debe pasar por alto. Acuda al médico y consulte. Este valorará si se debe acudir al especialista correspondiente.

Las enfermedades más comunes que sufren nuestros mayores son:

  • Prurito: Es una sensación de picor constante en la piel. El instinto de nuestro ser querido será querer rascarse constantemente pudiendo provocar lesiones en la zona. Se suele producir por la xerosis, que es una sequedad extrema en la piel. Hay otras patologías que lo producen como algún tipo de insuficiencia renal que aumente los índices de ácido úrico. Para evitarlo es indispensable seguir una dieta pobre en carnes roja, vísceras de animales, de hongos y de algunos vegetales. Además existen en el mercado cremas y geles que calman y alivian ésta molesta picazón
  • Herpes zóster: Se produce por un virus y se puede padecer durante muchos años. Es el mismo virus que produce la varicela en los niños. Se manifiesta en nuestro cuerpo generalmente en la espalda y pecho. Pueden aparecer erupciones y ampollas con líquido que se transformar en costra. La piel se vuelve muy sensible y el dolor es intenso al menor contacto. A día de hoy no se sabe cómo prevenir esta dolorosa enfermedad
  • Tumores en la piel: Pueden ser benignos, lesiones premalignas y tumores malignos. Como hemos indicado anteriormente debemos observar a diario la piel de nuestros seres queridos mayores y la nuestra. Si en alguna lesión pigmentaria se muestra asimetría, cambios de color, hinchazón, supuración, sangrado, bordes irregulares, etc. se debe acudir inmediatamente al médico

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