El prolapso uterino aparece cuando los músculos del suelo pélvico se estiran y debilitan. La función del músculo deja de sostener de forma adecuada al útero. Esto produce que se deslice hacia la vagina.
El prolapso uterino puede afectar a cualquier mujer, pero en mayor medida a las que hayan pasado la menopausia y que tuvieron varios partos
Como hemos indicado, es el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico. Las principales causas de este debilitamiento es el embarazo, sufrir partos difíciles, parir un bebé de gran tamaño, estreñimiento crónico, padecer obesidad o tos crónica.
El prolapso uterino se puede tratar. En ocasiones se puede sentir molestias o alterar el curso de nuestra vida normal. Su detección puede realizar a través de una exploración física por el ginecólogo. También se puede realizar una ecografía. Dependiendo del estado del útero, existen distintos tratamiento o recomendaciones.
Si es leve se recomienda la realización de ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos pélvicos o la utilización de un pesario vaginal. Un pesario es un anillo plástico que se inserta en la vagina. Debe cuidarse de manera extrema el aseo de este anillo. Si es más grave, se puede recurrir a la cirugía.
No obstante, siempre decimos que en la prevención está la clave. Se puede reducir el riesgo de padecerlo siguiendo unas sencillas indicaciones:
- Prevenir la obesidad. Se debe realizar ejercicio de forma regular y cuidar nuestra alimentación
- Realizar de forma regular los ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos pélvicos
- Previene el estreñimiento
- Si padeces de tos crónica busca el tratamiento adecuado
- Evitar cargar con cosas pesadas e intenta levantarlas de forma correcta
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