La Sarcopenia es una enfermedad que afecta directamente a los músculos, debilitándolos progresivamente. Normalmente la sufren las personas de edad avanzada.
La sarcopenia es una enfermedad que afecta directamente a los músculos, debilitándolos progresivamente
Cuando llegamos a edades avanzadas es normal que nuestro cuerpo cambie. De forma progresiva vamos perdiendo masa muscular y, por lo tanto, fuerza. Nuestro rendimiento físico disminuye significativamente. Este deterioro cuando es algo extremo, se traduce en la enfermedad de la sarcopenia.
A partir de los 40-45 años nuestro cuerpo comienza con la pérdida de masa muscular. Esta pérdida es progresiva, llegando a los 80 años con una merma de más del 50% de músculo.
No obstante, las causas exactas de la aparición de esta enfermedad no están claras. Además del factor del envejecimiento, se han realizado diversos estudios en que la relacionan directamente con los hábitos alimenticios y la actividad física. Hay otras causas que pueden desarrollar la sarcopenia. Esas causas pueden ser enfermedades crónicas relacionadas como el cáncer o alteraciones nutricionales.
Las personas que padecen esta enfermedad suelen presentar los siguientes síntomas:
- Debilidad: presentan dificultar para realizar tareas muy sencillas que no conllevan mucho esfuerzo. Por ejemplo levantarse de una silla
- Caminan lentamente
- Frecuentes caídas
- Pérdida de peso y de masa muscular
En ocasiones, la pérdida de masa muscular en personas de edad avanzada generada por esta enfermedad, puede venir acompañada por un incremento de grasa. Debemos tener especial atención en este tipo de enfermos. Puede generar enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad.
Asimismo, el tratamiento para esta enfermedad se basa en una alimentación equilibrada, y en casos extremos se añadirán suplementos proteicos, y la realización de ejercicio. No existe en la actualidad tratamiento farmacológico.
La alimentación
Debe ser variada. Rica en proteínas animales y vegetales. Las proteínas animales las encontraremos en huevos, lácteos, pescados y carnes. Una fuente importante de proteínas vegetales las podemos encontrar en las legumbres.
Ejercicio físico
El músculo debe ser trabajado con actividad física diaria. Es importante realizar esta actividad dirigida por un profesional que nos indicará la forma correcta de realización. Se deben hacer tanto ejercicios aeróbicos como anaeróbicos. Los primeros nos ayudarán a estimular corazón y pulmones. Los anaeróbicos nos ayudarán a reforzar nuestros músculos, realizando ejercicios diarios de estiramientos, uso de pesas en extremidades y movimientos de resistencia.
Por último, recordar que aunque el paso del tiempo es inexorable y los cambios físicos son inevitables, podemos llegar a edades avanzadas con mejor calidad de vida si practicamos hábitos saludables. El tener una dieta equilibrada y saludable, y practicar ejercicios físicos a diario nos ayudará a disminuir los efectos de la pérdida de masa muscular. En la prevención está la clave!!!
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