En el día Europeo de la Depresión, que se celebrará el próximo día 3 de octubre, queremos recordar que la depresión en la persona mayor se está convirtiendo en un gran problema a nivel mundial, por su dificultad a la hora de identificarla. La sintomatología en personas ancianas puede indicar otro tipo de enfermedad.
El Día Europeo de la Depresión se celebrará el próximo 3 de octubre, su incidencia en personas mayores aumenta cada año.
De todos es sabido que llegar a edades avanzadas es sinónimo de padecer determinas enfermedades neurológicas, musculares, óseas, etc. El envejecer también es sinónimo de cambio. Se producen una serie de transformaciones físicas y mentales, que afectan directamente en el estado psicológico del anciano, al no adaptarse a esos cambios.
¿Qué señales nos pueden indicar la existencia de depresión en la persona mayor?
Hay una serie de señales que pueden servirnos de alarma para poder detectar un cuadro depresivo.
De todos es sabido que convivir o tener una relación cercana con una persona que padece depresión es muy complicada y, en ocasiones, frustrante. Eso se agrava más si la persona es mayor, puesto que a su cuadro depresivo se suma otro tipo de enfermedades. El familiar, cuidador o amigo tienen un papel fundamental en la detección de una posible depresión en personas mayores.
Se debe tener en cuenta si el anciano pierde interés por actividades con las que antes disfrutaba. Otro indicativo es su sentimiento de culpabilidad por ser una carga para los familiares, el no sentirse útil, y culpándose por sus problemas de salud.
Asimismo, otras señales que nos puede indicar un cuadro depresivo en nuestro ser querido son los cambios en la alimentación, inapetencia, desgana, falta de energía para hacer pequeños esfuerzos.
Una señal inequívoca de una posible depresión en las personas mayores es la pérdida de memoria de manera brusca.
Se debe diferenciar esta pérdida de memoria con la de la demencia. Debemos hacer hincapié que en la demencia la pérdida de memoria se produce de manera lenta e insidiosa. En la demencia los olvidos son constantes, mientras que en la depresión aparecerán según el estado de ánimo del anciano.
Además de esto, en la depresión el anciano es consciente de su problema, en la demencia no se da cuenta.
Normalmente, el mayor en una depresión se sume en pensamientos negativos. Esto hace que deje de prestar atención y no procese la información que recibe.
Si se detectan algunos de estos síntomas se debe acudir a su médico y consultarle. Este le asesorará y estudiará si es un cuadro pasajero o si es algo más importante que conlleve tratamiento farmacológico o de terapia.
No obstante, podemos ayudar a nuestro mayor de muchas maneras. Te damos una serie de consejos con los que animar a tu ser querido:
Es primordial escuchar a tu ser querido. Saber de sus necesidades, inquietudes y preocupaciones. Es un pequeño grano de arena que ayudará en gran medida a sentirse mejor.
Asimismo, dedícale tiempo. Planifica pequeñas actividades con él, dentro de sus posibilidades. Un paseo, organiza una merienda con algún familiar o amigo, invítale a alguna obra de teatro o película de cine. O simplemente siéntate con él y charla. Recuerden anécdotas.
Y por último, hazle sentir amado.
Pequeños granos de arena ayudan mucho en la prevención de depresión en la persona mayor.
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Depresión en la persona mayor
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